Un día Clara dejó de llorar. Se despertó una mañana, tomó un marcador negro y se escribió justo en la muñeca 'Be happy' para no olvidarlo. Su único propósito desde aquel momento era ser feliz, dejó de pensar en recuerdos lejanos y dolores internos. Comenzó a regalar sonrisas y volar con el viento. Alejó todo eso que le había hecho sentir mal, alejó a las personas que le habían hecho sufrir, alejó todo lo dañino que alguna vez tuvo cerca -sí, él te hace daño-; sólo para poder curarse. En ése instante, dando pequeños pasos, comenzó su recuperación.
Preciosa entrada!
ResponderBorrarYo hice lo mismo que Clara hace unas tres semanas. Le deseo suerte y me la deseo a mí misma..
ResponderBorrarun beso :)
Espero que a Clara le vaya todo muy bien con este nuevo punto de vista, que, ¡seguro que sí! Todos le deseamos la mayor suerte del mundo :)
ResponderBorrarUn beso bonita :)
Me encanta. Así tiene que ser. Ojala yo tenga tanta iniciativa como Clara. Mandale saludos y decile que es mi idola
ResponderBorrarHay que linda entrada♥♥ Me encanta, Clara tomó la decisión correcta ¿sabes?.
ResponderBorrarTe dejo un beso y mis blog, son dos... uno es Eterna Inocencia, el general que uso siempre y otro (http://historiadealmendras.blogspot.com.ar) donde estoy escribiendo una historia, espero que te gusten (: