domingo, febrero 24

To say

Es difícil callar las pequeñas palabras que quieres decir. No, no es la experiencia la que me lo dice, sino la soledad. Gritas y es como magia que se va, nadie escucha más allá de las paredes. Y el cielo se torna azul, esperando tus historias, las que nunca vas a decir. Te encuentras con las luces apagadas, con los ojos cerrados y, en un intento desesperado de expresión, te vas a dónde se pueda escuchar más que tus propias palabras. Y no estás, aquí, donde faltan esas palabras en susurro que se escuchaban cada noche. No estás.

3 comentarios:

  1. Es mejor dejarlas aflorar, así, nocturnas y en voz altas, como un soliloquio con el fantasma de esa persona. Callarlas duelen mucho más que no recibir respuesta.

    Besos de neón

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  2. Un placer leerte. Me quedo por aquí.

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  3. No sé cómo, pero he llegado hasta aquí.
    Y me alegro.
    Y no te calles,por favor.
    Escribe tan alto como puedas.

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