lunes, octubre 1

Matailusiones

Soy un tarro andante de decepciones, estoy llena de ellas.
Supongo que me acostumbré a estas hace mucho tiempo y ni siquiera me di cuenta. Y que lloraba después tratando de responderme por qué no lo vi llegar, por qué siempre se repetía la misma historia y por qué dolía tanto como anteriores veces. Ahora es que me doy cuenta que me hacen daño y que cada vez caen menos lágrimas.
Las decepciones me han insensibilizado y yo tratando de evitarlas, siempre llegan. Parece que atraigo decepciones, que soy una perfecta víctima porque saben que conmigo siempre podrán arrancarme una que otra lágrima en momentos inesperados en los que recuerdo estoy condenada a vivir con ellas, constantemente. Y como estoy tan llena de ellas, ya no tengo reflejos para evitarlas y se depositan facilmente en mi cuerpo. Entrando por mis ojos y quedándose en mi mente.
Soy vulnerable, y desde hoy, soy alguien que mata cualquier indicio de ilusión, solo para no tentar una decepción.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario