Se congela la ciudad, se congelan nuestras manos, y desaparece lentamente el vaho. Se pone pausa a los recuerdos para sentarse respirar lo que queda del invierno. Si se va y no lo vemos, es nuestra culpa. Es justo culparnos cuando se nos va la vida, cuando no apreciamos nada y el tiempo corre más rápido de lo normal.
El tiempo no se desperdicia en absoluto si te pones a pensar más allá de tus problemas, si el sonido de una canción te hace estremecerte allí, en medio del viento congelante. No desperdicias nada.
Sonríes y ves pasar al mundo, mientras no haces nada más que contemplar lo puro y bello que puede ser una temporada de frío. Esa que todos dicen detestar por ser más triste y aburrida que ninguna.
No, a mí me gusta. Y me gusta aun más cuando lo acompañas con algo de chocolate. El tiempo no está siendo desperdiciado, no, está siendo lentamente disfrutado por alguien quiere apreciar un segundo.
Yo no creo que el invierno sea triste y aburrido, es más, creo que el verano también lo es, y mucho más.
ResponderBorrarPara mí, es una de las mejores épocas del año, después del otoño. Y es que ya echo de menos el frío... Y los vasos de chocolates calientes, y los gorros de lana, y la nieve. Y todo lo que conlleva.
Un beso enorme,
P.D.: me he enamorado de la foto de la niña con las medusas, la de aquí al lado *-*