Vías.

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Escribo porque me gusta crear. Escribo porque tengo la necesidad de plasmar mis pensamientos en cualquier lado mientras sea con palabras. Escribo también porque es una de las pocas cosas que me salen bien y me liberan al mismo tiempo. Escribo porque quiero dejar en claro que mi mente y su manera de funcionar son muy distintas a la de los demás. Escribo porque me alegra hacerlo.

Escribo porque quiero contar algo que sucedió, que sucede o que sucederá. Y a la vez, escribo porque el pasado, el presente y el futuro no me importan por al momento. Escribo porque si no lo hiciera mi cabeza explotaría por tantos pensamientos e ideas reprimidas.

Escribo porque mi mano derecha me lo exige desde los cinco años –cuando comenzó-, y porque las historias fallidas de ese entonces me sirven ahora para alimentarme de niñez perdida durante algunos años.

Igualmente, escribo porque es legal hacerlo; y porque quiero crear arte de un mar de letras. Escribo porque pienso que no se necesitan imágenes  para realizar algo hermoso, o para hacer aflorar sentimientos sinceros.

Y a todo esto tengo que recalcar que <<Me encanta contar historias sólo con imágenes>>, y por eso soy fotógrafa. Porque me complementa.

Soy fotógrafa porque me gusta capturar un momento en toda una vida. Soy fotógrafa porque me refresca sentir la libertad de una imagen natural. Soy fotógrafa porque adoro que una imagen transmita sentimientos, emociones, o ambas. También lo soy por tener la abstracta idea de que todo lo que nos rodea es bello y digno de capturar en una foto.

Soy fotógrafa porque las tonalidades, los colores y contrates me han hecho ver estrellas.

Soy fotógrafa porque me encanta la idea de tener una cámara, algo que capturar –lo que quiere decir todo-, y listo. Igualmente, soy fotógrafa porque es increíble que muchas de las mejores fotografías sean estilo random, inesperadas y espontáneas.

Por lo cual, me declaro del equipo de las letras y las fotografías. Me declaro amiga de la cámara y la pluma –teclado en todo caso-; me declaro amante del arte con imágenes y sin ellas; me declaro adicta a hacer las dos cosas sin importar que tan diferentes sean sus mundos.

Soy culpable, entonces, de amarlas. O si es que usted lo prefiere, de ser bígama. Ya que son parte de mí y mi vida, y así mismo, soy parte de las dos direcciones.

<<Están juntas, pero no revueltas>> lo que hace que trabaje en perfecta armonía bilateral. Esas dos actividades hacen que sea yo. Y después de todo, usted puede penalizarme como se le antoje, a la cárcel o al loquero; pero le aseguro, a todos, les garantizo que no dejaré de quererlas y tenerlas a mi lado.

Puede proceder. 

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